Por: Carlos Rubio
Recientemente, el 18 de agosto del 2010, se llevo a cabo un simulacro de sismo a nivel nacional, si bien es cierto, no existió ninguna emergencia clara en ese momento, la seriedad para simular lo que podría ser una emergencia real motivo a mucha gente a tomar la debida conciencia al momento de escuchar las alarmas y las sirenas que indicaban el inicio de este mencionado simulacro. Sin embargo, así como hubo gente que supo hallarle el sentido a este ejercicio antisísmico, existieron personas que no supieron aprovechar la oportunidad para saber qué hacer en caso de una ocurrencia sísmica. Acerca de esto, el grupo encontró una noticia muy alarmante en el portal de noticias www.peru.com. Esta reseña hace referencia a lo que fue el simulacro en la provincia de Tacna. Si bien, como menciona el artículo, los escolares y la mayoría de la población se sumó al Simulacro Nacional de Sismo, sucedió que muchas personas en mercados y centros comerciales siguieron con sus labores cotidianas con total normalidad, lo que indicó que en caso de que el sismo hubiese sido real, se podría estar hablando de 189 personas muertas, 1735 heridas y 77 desaparecidos. Añadido a los daños personales, los daños materiales que podrían registrarse serían 28 878 damnificados, 2 977 viviendas destruidas y 6 944 viviendas afectadas (1). Esta noticia le dejo al grupo la certeza de que los peruanos aún no estamos preparados para catástrofes. A pesar de que existen antecedentes en cuestión de daños personales y materiales por sismos a lo largo de la historia del Perú, se ve claro que nunca hemos previsto de manera seria un accionar ante circunstancias de emergencia. Con esta imagen de lo que podría suceder en caso de sismo, el grupo decidió investigar lo que ocurrió con el Perú en casos de sismos significativos durante años anteriores a los que las personas de la década de 1990 recuerden.
(1) Arce Maquera 2010
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